Todo comenzó de forma extraña, abrí mis ojos y simplemente me encontraba en una especie de elevador, atrapado entre cuatro paredes de metal me hallaba confundido, sin embargo mi sorpresa fue tal que las puertas de la caja metálica se abrieron de par en par. Al mirar frente a mí, había una camino, era un sendero de hojas secas, en lo que pude apreciar era un bosque, no supe como había llegado allí, ni que rayo hacia un elevador en medio de un camino espeluznante, de pronto si que me lo esperar, el elevador se desarmó, cayendo cada pared hacia atrás y el techo simplemente se desvaneció, dejándome solo y al descubierto en ese bosque, mismo que era de aspecto inquietante, con arboles muertos con ramas secas y de un aspecto siniestro, no se me ocurrió otra cosa más que comenzar a caminar, siguiendo el camino, era de día por lo que podía percibir, pues aun había luz en el entorno, sin embargo, en poco menos de 5 minutos y con forme avanzaba la luz se apocaba, dejando el camino y bosque a mi al rededor en penumbras, al punto de no poder ver más allá del camino había un final.
Solo una tenue luz de lo que percibía era la luna, alumbraba el camino y parte de la zona, por lo que decidí seguir caminando para descubrir a donde me llevaba ese camino, pues detrás de mí todo era oscuridad. Repentinamente un fuerte viento comenzó a correr empujando más hacia adelante y obligándome a seguir mi camino, extrañamente después de esa ráfaga de viento comencé en sentir frío, mucho frío, la temperatura descendió mucho, la ropa que llevaba puesta no era muy abrigada, unos pantalones de mezclilla, una chamarra de tela ligera con capucha, por lo que decidí ponerme esta última para cubrir un poco mi cabeza del frío.
Todo era silencio, solo escuchaba mis propios pensamientos, a que hora llegaré a casa, donde están todos, es la dirección correcta, pregunta sin sentido pero con la lógica suficiente para mantener el rumbo sin perder la calma, de pronto, un ruido proveniente de los arbole a mi derecha llamaron mi atención, el sonido de crujir de ramas y hojas secas siendo pisadas se escuchó, al estar pendiente de donde había surgido ese sonido no me percate que en realidad estaba justo frente a quien lo provocaba o más bien, era esa figura quien se había posicionado frente a mí, pero a causa de la oscuridad entre los arboles y mi falta de percepción no fui consciente de que me observaban, hasta que finalmente es figura decidió moverse para salir al camino, entonces como si el flash de una cámara fotográfica me hubiera ofuscado en un instante, el movimiento de esa figura hicieron que mi vista se concentrara en la misma.
Curiosamente a pesar de ver que la figura, hecha como de humo o sombras, salió de los arboles hacia mí, mi cerebro no proceso ese evento, hasta que finalmente reaccione y fui consciente de que ese ser estaba ya muy cerca de mí, entonces un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo y finalmente pude reaccionar como era de esperarse, comencé a correr sin mirar atrás, no sabía si estaba avanzando o el camino era interminable, pero eso no me detuvo y seguí corriendo hasta que me tropecé con una rama gruesa tirada en medio del camino.
Me levante y sacudí mi ropa, cuando una fuerte sensación de ser observado me invadió, gire mi cabeza para mirar detrás de mí y asno estaba, parado a escasos centímetros de mí, el ser de humo y sombras mirándome fijamente con un par de esperar brillantes, las cuales eran una suerte de ojos para dicho ser.
La inercia me hizo retroceder y nuevamente tropecé con la rama, caí de espaldas al suelo y cubrí mi cara con mi brazos cruzados, esperando mi final, sin embargo pasados unos segundo no ocurría nada, retiré mis brazos de la cara para mira de reojo y aquel ser no estaba, bajé rápido mis brazos de lleno al suelo y me apoye sobre ellos para poder levantarme, mire a todas parte y no había señales de aquel ser, de pronto el bosque comenzó a acercarse, o mejor dicho a cerrarse, desvaneciendo el camino en el proceso, dejándome en medio de naturaleza muerta, pasto seco y lo sonidos de viento a travez de las ramas secas y agujeros de los arboles.
Me encontraba en un momento crucial, pues no sabía que dirección tomar o si es que había tal cosa a mi disposición, lamentablemente las cosas empeoraron, pues volví a escuchar el ruido del crujir de hojas y ramas secas, al voltear la mirada en dirección lo vi, parado nuevamente a la distancia, ese ser, quien comenzó a acercarse con una velocidad sorprendente, parecía que su cuerpo vibraba al avanzar, pues se movía a los lados como si se moviese a todas direcciones a la vez, avanzando con movimiento errático.
Yo solo pensé en corre en dirección contraría, pero mientras corría, escuche un ruido fuerte, como si de una explosión se tratase, entonces la física dejó de actuar sobre el entorno y el camino comenzó a agrietarse, haciendo que los arboles se inclinaran hacia abajo, y haciéndome caer al vacío, al girar la vista hacia arriba, pude notar que aquel ser ya no estaba, sin embargo, mi preocupación era saber a donde llegaría y que me esperaba si eso ocurría, repentinamente sentí que me quedaba sin fuerzas, al punto de sentir que perdía la conciencia, pero solo fue algo fugas, pues en un abrir y cerrar de ojos estaba nuevamente de pie, en medio de aquel bosque, mi mente estaba muy confundida, el miedo comenzaba a invadirse y entonces, aquel ruido de nuevo, pero estaba vez no fue lejos de mi, si no detrás mío, un escalofrío recorrió toda mi espalda, gire la cabeza lento, sintiendo un gota de sudor frío deslizarse desde la frente a la mejilla y fue entonces que entre en pánico, ese ser estaba justo detrás de mí a escasos centímetros.
En ese momento fui capas de mirarlo con mayor detalle, sus ojos realmente eran espeluznantes, sus rostro o lo que parecía ser su rostro era perturbador, si nariz era cuencas vacías, como un craneo, no pude distinguir bien su forma, pues como suponía estaba hecho de una especia de humo negro, flotaba sobre el suelo, sus manos eran alargadas y delgadas, con la misma similitud que los arboles secos, de pronto, bajo su nariz comenzó a surgir una especie de boca, la misma que comenzó a forma una retorcida y extraña sonrisa, yo estaba petrificado, finalmente después de lo que pareció una eternidad, el ser extendió su brazo derecho y colocó su deforme mano sobre mi hombro.
En cuanto sentí la presión de si mano sobre mí, lancé un grito tan fuerte que casi me quedo afónico, el ser entonces soltó mi hombro y se limito a mirarme, yo retrocedí unos pasos, sabía que era inútil correr, pues parecía que siempre regresaría la mismo lugar y este ser siempre estaría siguiéndome, entonces solo se me ocurrió preguntar alzando la voz qué era lo que quería, pero el ser únicamente seguía mirándome, hasta que finalmente abrió sus fauces de una forma exagerada y soltó un fuerte alarido con una voz chirriante y aguda que me erizó más los bellos de cuerpo, al final sin importarme nada, salí corriendo de ese lugar a donde fuera, solo quería huir de esa horrenda criatura, sin embargo, esta siempre aprecia y desaparecía cada cierta distancia, al norte, al sur, este u oeste, no importaba la dirección en la que corriera parecía que jamás le libraría de ese ser.
Finalmente después de correr por un buen rato llegué un acantilado, parecía que había llegado al final del camino, pues más de ese acantilado todo era oscuridad, no había nada a la vista y la caída mostraba que la nada era mi destino si decidía arrojarme, entonces nuevamente escuche ese sonido.
Rápidamente me gire de vuelta y ahí estaba aquel ser, nunca supe como hacía que las ramas crujieran, pues no poseía piernas o algo en lo que apoyarse, entonces pregunte nuevamente sobre lo que quería, entonces esa criatura finalmente hablo, no se como lo hizo, pero utilizo mi voz para comiscares conmigo, la criatura entonces dijo “sonrisa”, yo pregunté si quería que yo le sonriera, la criatura asintió o eso creo, entonces con lentitud y con esfuerzos, pues estaba en total miedo, comencé a esbozar una sonrisa, la criatura entonces miró fijamente mi boca y solo soltó una frase que me hizo helar la sangre “quiero tus dientes”, el ser habló con esa perturbadora sonrisa y se lanzó hacia mí, yo por el miedo y el instinto de sobrevivir solo pensé una cosa, arrojarme del acantilado, salté y sentí el aire chocar contra mi rostro, pero poco duro, pues mi cuerpo se detuvo de golpe en el aire.
No entendía que pasaba, mi caída se había frenado y mi cuerpo no se movía, entonces sentí que una fuerza invisible me halaba de regreso a la subida, miré en todas direcciones y entonces lo descubrí, el ser había estirado su huesudo brazo para atraparme en el aire, su mano se había agrandado y la estaba usando para llevarme hasta el, cuando finalmente estaba frente al ser, este me acerco hasta su rostro y me dijo una frase, después de eso sabía que era el fin, el ser entonces me dijo “es la hora” después de eso el ser abrió su enorme boca y me acercó hacía ella, yo por mi parte solo cerré mis ojos y perdí la conciencia, ese fue el final de mi camino.
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