Ana era una chica que vivía sola en un departamemto mediano pero bien decorado, ella no era una persona supersticiosa ya que siempre se basaba en hechos y no especulaciones, era de esas personas que decían "ver para creer", sin embargo una noche tuvo que aprender que algunas supersticiones pueden llegar a ser reales, sin importar que creamos o no. Como muchas otras mujeres, Ana era vanidosa, quizas demasiado vanidosa, tenía muchos espejos para mirarse cada vez que ella quisiera, incluso llego a colocar espejos no solo en su habitación, también los colocó...
Seguir Leyendo >>
Seguir Leyendo >>
No hay comentarios:
Publicar un comentario